Título original: The Cameraman.
Año: 1928
Duración: 69 min
País: Estados Unidos
Dirección: Edward Sedgwick, Buster Keaton
Guion: Clyde Bruckman, Lew Lipton, Richard Schayer
Reparto: Buster Keaton, Marceline Day, Harry Gribbon, Harold Goodwin, Sidney Bracey.
Sinopsis:
Enamorado de una oficinista que trabaja en MGM Studios, un torpe hombre intenta convertirse en camarógrafo para estar cerca de su objeto de deseo.
RESEÑA DE LA PELÍCULA – RAPAZ
“KEATON, CÁMARA, ACCIÓN…”
Película de 1918 dirigida por Buster Keaton con Edward Sedwick y producida por la famosa Metro Goldwin Mayer. Se trata de una comedia romántica que tiene todos los clichés y gags cómicos propios del cine americano de los años 20.
Fue estrenada un año antes del crack del 29, apostando por el cine mudo en una época en la que se acaba de estrenar “El cantor de jazz” (1927) de Alan Crosland; obra que da paso al cine sonoro.
Es la primera película de Keaton producida por la Metro que marca un punto de inflexión en su carrera. La productora ya era una de las más ricas de Hollywood, gracias a taquillazos como “Ben Hur” (1925) de Fred Niblo o “El demonio y la carne” (1926) de Clarence Brown.
Keaton firma más por necesidad económica que por estar convencido y se equivoca; pues ve recortada su creatividad en un autor que se caracteriza por participar en todos los aspectos de sus películas.
Pero en el caso de “El cameraman” contaba con Edward Sedgwick como codirector, un antiguo compañero de teatro y con parte de su equipo habitual, como Eddie Cline, su excelente camarógrafo Elgin Lessley o Clide Bruckman.
Keaton, desde que conoció a Fatty Arbuckle (antiguo miembro de la Keystone de Mack Sennett en Nueva York) sintió una gran curiosidad por la cámara y lo que podía conseguir con ella; por eso sentía un gran cariño a esta película y a su personaje como cameraman.
Buster tuvo que lidiar con dos grandes problemas: el primero era trabajar con un guion proporcionado por la Metro Goldwin Mayer (aunque con espacios para la creatividad del autor); y el otro las localizaciones en los exteriores en pleno centro de Nueva York por la cantidad de gente que había durante el día, teniendo que rodar a las cinco de la mañana.
A pesar de estos inconvenientes, Keaton fue capaz de eludir las normas de la productora dando rienda suelta a su creatividad y creando una de las mejores obras de su carrera, siendo un total éxito de crítica y público.
“El cameraman” es una película que no solo contiene excelentes gags cómicos y una gran técnica narrativa; sino que, sobre todo encierra un homenaje al cine y a la cámara.
En el Teatro San Francisco hemos podido disfrutar de casi todos los largometrajes del maestro Buster Keaton, y no descartamos revisitar su obra; pues son películas inmortales que permiten más de uno y dos visionados. Siempre vamos a encontrar alguna sorpresa en unos films que tienen más de un siglo.
Vamos a disfrutar de esta maravilla, hecha desde el corazón y que nos llega a los espectadores en forma de puro disfrute. Keaton nos demuestra en una de sus mejores obras que el cine puede ser mucho más que el producto de un género guionizado.
RAPAZ
Fuente: https://teatrosanfrancisco.es/actuacion/el-cameraman/
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