Eso de que Don Juan Tenorio era el protagonista de su propia historia, es algo que Doña Inés no tiene muy claro. Además, seamos sinceros, el tema huele un poco a rancio ya, con tanta espadita p'arriba y tanta espadita p'abajo y con tanto cuerno, hombre, que la pobre Inés tiene en su loft un perchero con menos astas que su cabeza. Total que, entre pitos y flautas, sombra aquí y sombra allá (o, euh, lo que sea), han llegado los dos al siglo XXI un poco "jartos" el uno del otro y no hacen más que discutir y no ponerse de acuerdo en nada. Y es que, 300 años repitiendo la misma historia, es demasiado tiempo como para no buscarle un final más apropiado con los tiempos que corren. ¿O no?
VIRAL utiliza ricas galletitas (cookies), si sigues navegando aceptas su uso. Saber más.Aceptar