Todos los públicos.
El Museo de Palencia ha querido contribuir a la celebración del séptimo centenario de la catedral de Palencia con una exposición temporal centrada en las distintas intervenciones arqueológicas que se han realizado en ella. Lleva por título “Arqueología de la catedral de Palencia. Más allá de los 700 años del templo gótico” y ha sido diseñada y montada por el equipo técnico del museo. En ella se pretende mostrar los resultados de las distintas excavaciones arqueológicas llevadas a cabo bajo su suelo, centrándose fundamentalmente en las más antiguas, las realizadas en 1965 y 1983, cuyos resultados, materiales y documentación aún permanecen inéditos. Por otro lado, la singular situación de la seo, en lo que fue el centro de la Pallantia romana, confiere a estas actuaciones un papel fundamental para conocer el origen y el desarrollo de nuestra ciudad.
A pesar del conocido pasado romano de la capital palentina, de los hallazgos de finales del siglo XIX en la necrópolis romana de Eras del Bosque por Francisco Simón Nieto y de los documentados posteriormente en distintos solares, no se acometieron excavaciones con metodología arqueológicas hasta 1965. En esta fecha, P. Palol, profesor de arqueología de la Universidad de Valladolid, interviene en la plaza de San Antolín junto a la portada occidental de la Catedral, obteniendo la primera estratigrafía de la ocupación de la ciudad, desde lo que él consideró los estratos inferiores de cronología “celtibérica”, hasta un momento de la Baja Edad Media, registrando en medio un rico nivel romano con restos de construcciones y suelos con mosaico. De aquella intervención conservamos una buena colección de cerámica romana y medieval, así como los dibujos y fotografías originales, algunos de los cuales forman parte de la muestra.
También quedan reflejadas en la exposición las excavaciones arqueológicas hechas con posterioridad: las realizadas en el claustro por Carmen Trapote en 1983 y por Cristina Lion en 1988, y las más recientes de Arturo Balado y Ana Belén Martínez en la capilla de los Reyes en 2005 y en la Puerta de los Novios en 2009. Gracias a todas ellas se puede trazar ya una secuencia de la ocupación de este significativo espacio.
La fase más antigua no sería anterior al cambio de era y habría que fecharla en torno al siglo I d. C., tal y como apuntan las cerámicas pintadas de evidente tradición indígena acompañadas de tempranos elementos romanos. El segundo momento identificado se corresponde con la ocupación romana más intensa y alcanzaría el siglo V, momento en el que parece documentarse un episodio destructivo, quizás el incendio que asoló la ciudad en 457 citado por Hidacio en su Cronicón. Por encima de esta fase no se ha logrado documentar ningún resto de época visigoda que pueda paralelizarse con las columnas, capiteles y cimacios de la cabecera de la cripta de la catedral. En su lugar aparecen ya los niveles con muros y enterramientos en sarcófagos antropomorfos de piedra relacionados con la ocupación medieval, el primer templo románico y la construcción de la cabecera de la actual catedral gótica.
El discurso expositivo de esta pequeña muestra se distribuye en tres paneles explicativos generales que incluyen la información más destacada y algunos planos, dibujos y fotografías de las diferentes intervenciones, y dos vitrinas en las que se combinan las piezas originales y la información gráfica. Una de ellas referida a los hallazgos de época romana donde se pueden ver restos de pintura mural, molduras de yeso, monedas, fragmentos cerámicos y de teja, agujas de hueso y otros pequeños objetos (un anillo, una canica de barro, una ficha de pasta vítrea y un aplique decorativo de bronce). La otra dedicada fundamentalmente a la época medieval, cuando el suelo de la catedral ya alberga los sucesivos edificios cristianos. Aquí podemos contemplar un modillón de rollo de caliza románico, sin duda perteneciente a la primigenia catedral románica, la escultura de piedra de un ángel del siglo XV, algunos pequeños objetos litúrgicos (una cucharilla de incensario), un fragmento de yesería y tres recipientes cerámicos representativos de esos momentos.
De esta manera, el Museo de Palencia profundiza más allá de los 700 años del inicio de la catedral que hoy contemplamos y se adentra en todo aquello sobre los que se asientan sus cimientos, es decir, en el soporte histórico de la bella joya gótica.
Fuente: https://museoscastillayleon.jcyl.es/web/jcyl/MuseoPalencia/es/Plantilla100DetalleFeed/1258120720700/Evento/1285130363158/Comunicacion
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