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Luis María Escriña (1947- 2022) nació en Tánger y vivió allí hasta los 13 años. Siempre contaba que para aquel viaje le compraron su primer pantalón largo y que en el barco echó al mar una canica, como si allí se hubiera quedado su infancia.
El deporte fue su profesión pero el arte siempre formó parte de su día a día. Lector ávido de poesía, tenía una mirada poética sobre el mundo. Le inspiraban el relieve de una piedra, una mancha en suelo o los posos del café. Algunas obras literarias le acompañaron durante toda la vida y le encantaba recitar, de memoria, poemas en el momento más inesperado, como en sus clases de natación. Una de sus obras preferidas era “El canto a mí mismo” de Walt Whitman. Esto pretende ser esta exposición, un canto a su vida y a su memoria.
“Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también”.
Otra de sus obras favoritas era “Bartleby el escribiente” de Herman Melville, donde el protagonista contesta “preferiría no hacerlo” ante cualquier petición. Luis, también, citaba a Bartleby con frecuencia ya que uno de sus temas favoritos era el “no hacer”, cultivar tal lentitud en cada paso que nos dejara fijarnos en los más leves movimientos. Sin embargo, hacía, no paraba de hacer boomerangs, esculturas en madera, poemas y cuadros. Seguro que para explicarse habría recurrido a Whitman: “¿Qué yo me contradigo? Pues sí, me contradigo. Y ¿qué? Yo soy inmenso, contengo multitudes”.
Expuso su obra un par de veces en su vida, pero pronto se cansó: demasiado trabajo organizativo que no le gustaba. Hay muchas posibilidades de que si le hubiéramos preguntado si quería realizar una exposición como esta hubiera contestado: “preferiría no hacerlo”. ¿Con qué derecho exponemos su obra, entonces? Lo hacemos con la convicción de que Luis sabría respetar nuestras propias contradicciones.
La exposición que presentamos en la Biblioteca Pública de Segovia está compuesta por dos tipos de obra: por un lado, cuadros sobre papel pintados con café, tinta china y sal y por otro lado, collages realizados en papel y, en algunos casos, con cola negra.
El arte, para él, era una manera de jugar con el azar, de dejar que los materiales se expresaran libremente y le sorprendieran.
Hemos organizado esta exposición para que se pueda visitar con lentitud y detenerse en los detalles.
Ojalá hayamos podido transmitir su manera de mirar el mundo desde el asombro.
Retrato del autor: Fernando Escriña Burgos
Diseño de la exposición: Antonio Ventura
Contacto: estrellaescriña@gmail.com
Entrada libre hasta completar aforo
Fuente: https://bibliotecas.jcyl.es/web/jcyl/BibliotecaSegovia/es/Plantilla100DetalleFeed/1284347869361/Evento/1285233437045/Comunicacion
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