Se trata de un relato sorprendente sobre la supervivencia al límite en las que fueron llamadas “aldeas trágicas” de Las Hurdes, la comarca que conmovió a Buñuel, Unamuno o Gabriel y Galán. Es una historia de seres humanos enraizados a una tierra dura y estéril, pero de una gran belleza y generosidad. Un territorio misterioso y con una cultura llena de mitos y ritos ancestrales. Se acaba de cumplir el centenario del viaje de Alfonso XIII y el doctor Marañón a Las Hurdes en 1922. “Aldeas sin Perros” es una novela histórica que se desarrolla justo en ese momento y tiene como telón de fondo el histórico viaje. Pedro es un maestro destinado a la comarca. Allí conoce a Ludi, una joven hurdana de la que se enamora. También se viene a ocultar en la aldea Ramiro, un militante anarquista que llega huyendo de Madrid. Los tres comparten su amistad hasta que ella se escapa de la alquería con el joven libertario. En el viaje y durante la estancia en la capital, Ludi conoce el contraste entre la vida urbana y la de su paupérrima aldea. Tras la nueva huida de Ramiro en Madrid, obligado por sus actividades revolucionarias en aquellos años de violencia, Ludi vuelve a Las Hurdes acompañando a unos cómicos de la legua. En su alquería de las Altas Hurdes se reencuentra de nuevo con Pedro. Ella le va mostrando la dificultad que supone la vida en aquellas condiciones extremas de supervivencia y él se entrega con entusiasmo a la dura tarea de formar a los niños hurdanos sin contar apenas con medios. El libro nos muestra aquella curiosa sociedad adaptada a una difícil geografía de aislados valles pedregosos, tan olvidados de las instituciones en aquella época. Pretende poner en valor la dignidad de los habitantes de una comarca que ha sido el símbolo de la pobreza en España, pero que, como decía el antropólogo Maurice Legendre, debería más bien considerarse “el honor de España”, por ser la cuna de una gente aferrada a su difícil pero hermoso territorio que hoy día nada tiene que ver con aquella situación de penuria, pero que tampoco debe renunciar a su pasado. Como dice el autor de la trilogía de “Quercus”, Rafael Cabanillas, es “Una apasionante novela que vas a leer sin pestañear. Una novela que consagra definitivamente al autor como un maestro de la literatura. Literatura de pan y supervivencia. Histórica y viajera. Una novela, además, que se convierte en un símbolo del pueblo hurdano, como símbolo universal de todos los pueblos incomprendidos y abandonados. Cuyas raíces se agarran a la tierra – a una cultura, una lengua, una forma de estar en el mundo, una sangre – como se aferran los brazos a una madre. Aunque te mate de hambre porque no tiene qué darte”. Miguel Méndez-Cabeza ha querido que los diálogos de los jurdanos se desarrollen en su habla peculiar, aunque de forma asequible para el lector, también quiere sugerir el ambiente de Las Hurdes y sus gentes con viejas y llamativas fotografías de la comarca en los inicios del siglo XX. EL AUTOR Miguel Méndez-Cabeza Fuentes es médico rural. Nacido en Talavera de la Reina, es académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Autor de una veintena de libros sobre etnografía, medio ambiente, historia y patrimonio, así como de dos novelas, “El Francés de los Gusanos”, “Piedras de Trueno” y esta de “Aldeas sin Perros”. Ha recibido los premios de periodismo “Cabañeros”, “Río Tajo” y “Fernando de Rojas”, es Romero de Honor de la Asociación del Camino Real de Guadalupe por su libro “Los Caminos de Guadalupe y su Real Monasterio” que fue el inicio de la revitalización del Camino de Guadalupe, y más recientemente el libro “El Camino Real de Guadalupe”. Tiene además otros reconocimientos por su labor divulgativa. Ha escrito más de setecientos artículos en prensa y otras publicaciones, además de mantener colaboraciones con la radio y televisión sobre historia y etnografía. Es autor del blog lamejortierradecastilla.com sobre patrimonio de la comarca de Talavera de la Reina con miles de seguidores.
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