Nos han contado que la democracia es la mejor de las formas de gobierno. Nos han contado que la democracia consiste en que el poder recaiga en el pueblo y éste elija libremente a sus representantes, quienes estarán a su servicio, buscando el bien general respetando los derechos fundamentales. Y lo hemos creído. Y probablemente sea verdad, al menos en la primera de sus partes. Debemos aceptar cualquier consecuencia que traiga, como si la democracia fuera una estructura de hierro que no se puede cuestionar, ni mucho menos modificar. Contra la democracia nos invita a cuestionar algunos aspectos, a preguntarnos si no hay alguna característica que queramos cambiar, nos invita a reírnos, a mirar de forma extrañada lo que hemos empezado a sentir como normal. Y esta invitación que nos hace Esteve Soler nos conecta con valores profundamente democráticos, y que seamos capaces de aceptarla indica que aún queda algo válido en nuestra sociedad. ANTONIO C. GUIJOSA
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